Imagen rescatada de UNICEF: COVID-19: Preparación y respuesta educativa; Respuesta de UNICEF a los desafíos de educación en América Latina y el Caribe durante el COVID-19 |
Baquero (1997) genera un
análisis en cuanto a la separación de las líneas naturales de las
socio-históricas, puesto que se discute acerca del desarrollo ontogenético de
los Procesos Psicológicos: Vigotsky propone que tanto lo biológico como lo
cultural aportan a la vez al desarrollo, pero Wertsch -profesor de antropología
sociocultural- afirma que estas dos líneas no deberían considerarse como una
aditiva, sino que como co-formantes del desarrollo.
El proceso de interiorización es un proceso complejo
que sería sustancial para el desarrollo de los Procesos Psicológicos
Superiores, dada la importancia de la actividad instrumental, en cuanto a que
el dominio de instrumentos de mediación estarían relacionados al desarrollo de
las funciones superiores del individue. A la vez, el proceso de interiorización
reorganización de la actividad psicológica de le individue que se basa en su
participación de actividades sociales.
En Vigotsky, estos procesos obedecen a la “ley de
doble formación” o “ley genética general del desarrollo cultural” que refiere
al proceso por el cual le individue se desarrolla primero a nivel social
interpsicológico y segundo a nivel individual intrapsicológico: le niñe estructura
un lenguaje intelectual e interno, que estaría en transición hacia la
comunicación social y su uso regulador de comportamientos. Así, le sujete sería
el resultado del su contacto activo con el medio y la consciencia es un
resultado de sistemas de signos, es decir, “herramientas semióticas”, como el
lenguaje; las funciones no solo son un requisito para la comunicación, sino
que, a la vez, son resultado de esta.
Así es como entendemos que los instrumentos semióticos
se orientan principalmente a la vida social, pero el lenguaje tiene la
particularidad de que su importancia radica en la constitución subjetiva y el
desarrollo cognitivo que reposaría en la capacidad del sujete de redirigirse
hacia este misme. El lenguaje, entonces, cumpliría tanto la función comunicativa,
como la de autorregulación del comportamiento, además de servir para modificar
el entorno social y reorganiza la actividad psicológica; le sujete cultural se
conformaría en la medida en que este vaya dominando cada vez más herramientas
culturales.
Por otra parte, los instrumentos de mediación cambian
en sí la estructura, dando paso a una nueva acción. Estas acciones pueden
invertirse en cuanto a que no solo es posible que a través de la mediación le
sujete pueda modificar su entorno, sino que también, esta misma acción, puede operar
en le individue.
Por su parte, según Barquero (1997), Wertch interviene
sosteniendo que, además de lo ya afirmado por Vigotsky, hay que considerar aspectos
como los históricos, sociales e institucionales como contextos que dan paso al
surgimiento de los instrumentos de mediación. Además, sugiere que los
instrumentos mediadores que dan a lugar la acción no necesariamente se
corresponden con la acción mediada, tanto inter como intrapsicológica.
Dentro de este marco, ejemplifica con los instrumentos
de mediación de las instituciones escolares, que clasifican a les alumnes según
quiénes requieren un “sistema de educación especial”, es decir, se les etiqueta
o categoriza según su capacidad para obtener los resultados esperados en este
sistema de representación; dado nuestro contexto socio-cultural, naturalizamos
este tipo de prácticas. Baquero (1997) afirma que esto es una problemática porque
se disocia el sentido original de los instrumentos de mediación, dado que modifican
el entorno de forma inapropiada.
Básicamente, el mal uso de los instrumentos mediadores
por parte de las instituciones escolares -mal uso que normalizamos como
sociedad- para clasificar a les niñes según sus requerimientos de enseñanza,
puede ser nocivo inter e intrapsicológicamente para les alumnes.
Podemos concluir que el objetivo de Baquero era aplicar la Teoría Socio-histórica a situaciones que nosotres mismes normalizamos y que podrían ser perjudiciales para el desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores de les individues.
Bibliografía:
Baquero, R. (1997). Vigotsky y el aprendizaje escolar.
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