Vigotsky y el aprendizaje escolar por Ricardo Baquero

Imagen rescatada de UNICEF:  COVID-19: Preparación y respuesta educativa; Respuesta de UNICEF a los desafíos de educación en América Latina y el Caribe durante el COVID-19


En este texto fragmento del libro “Vigotsky y el aprendizaje social”, Ricardo Baquero (1997) nos introduce al análisis de la Teoría Socio-Histórica de Lev Vigotsky, la cual refiere a la esfera histórica y social de los Procesos Psicológicos Superiores. Vigotsky postulaba que existían dos líneas de desarrollo: una cultural y una natural, cuyos Procesos Psicológicos correspondientes serían los Procesos Psicológicos Superiores y los Procesos Psicológicos Elementales, cuyas diferencias son las siguientes:
Por otra parte, como se observa y describe en el siguiente mapa conceptual, los procesos Psicológicos Superiores, se subdividen en dos tipos: Avanzados y Rudimentarios. Los Avanzados estarían caracterizados por usar más instrumentos de mediación, poder ser independientes del contexto y realizarse de forma voluntaria, además de ser adquiridos en instituciones como la escuela. Por otra parte, los Rudimentarios se caracterizan por adquirirse en la vida "general" (Baquero, 1997) e incluirían las actividades de socialización que constituyen "lo humano". La lengua escrita es un ejemplo de los Procesos Psicológicos Superiores Avanzados y la lengua oral es un ejemplo de los Procesos Psicológicos Superiores Rudimentarios ya que, por una parte, cuando escribimos, no necesariamente escribimos acerca del “aquí y ahora”, no existe una suerte de diálogo inmediato con algune otre; estamos fuera del contexto que da origen a lo que expresamos y, por otro lado, cuando hablamos sí obedecemos a un contexto social específico.


Baquero (1997) genera un análisis en cuanto a la separación de las líneas naturales de las socio-históricas, puesto que se discute acerca del desarrollo ontogenético de los Procesos Psicológicos: Vigotsky propone que tanto lo biológico como lo cultural aportan a la vez al desarrollo, pero Wertsch -profesor de antropología sociocultural- afirma que estas dos líneas no deberían considerarse como una aditiva, sino que como co-formantes del desarrollo. 

El proceso de interiorización es un proceso complejo que sería sustancial para el desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores, dada la importancia de la actividad instrumental, en cuanto a que el dominio de instrumentos de mediación estarían relacionados al desarrollo de las funciones superiores del individue. A la vez, el proceso de interiorización reorganización de la actividad psicológica de le individue que se basa en su participación de actividades sociales.

En Vigotsky, estos procesos obedecen a la “ley de doble formación” o “ley genética general del desarrollo cultural” que refiere al proceso por el cual le individue se desarrolla primero a nivel social interpsicológico y segundo a nivel individual intrapsicológico: le niñe estructura un lenguaje intelectual e interno, que estaría en transición hacia la comunicación social y su uso regulador de comportamientos. Así, le sujete sería el resultado del su contacto activo con el medio y la consciencia es un resultado de sistemas de signos, es decir, “herramientas semióticas”, como el lenguaje; las funciones no solo son un requisito para la comunicación, sino que, a la vez, son resultado de esta.

Así es como entendemos que los instrumentos semióticos se orientan principalmente a la vida social, pero el lenguaje tiene la particularidad de que su importancia radica en la constitución subjetiva y el desarrollo cognitivo que reposaría en la capacidad del sujete de redirigirse hacia este misme. El lenguaje, entonces, cumpliría tanto la función comunicativa, como la de autorregulación del comportamiento, además de servir para modificar el entorno social y reorganiza la actividad psicológica; le sujete cultural se conformaría en la medida en que este vaya dominando cada vez más herramientas culturales.

Por otra parte, los instrumentos de mediación cambian en sí la estructura, dando paso a una nueva acción. Estas acciones pueden invertirse en cuanto a que no solo es posible que a través de la mediación le sujete pueda modificar su entorno, sino que también, esta misma acción, puede operar en le individue.

Por su parte, según Barquero (1997), Wertch interviene sosteniendo que, además de lo ya afirmado por Vigotsky, hay que considerar aspectos como los históricos, sociales e institucionales como contextos que dan paso al surgimiento de los instrumentos de mediación. Además, sugiere que los instrumentos mediadores que dan a lugar la acción no necesariamente se corresponden con la acción mediada, tanto inter como intrapsicológica.

Dentro de este marco, ejemplifica con los instrumentos de mediación de las instituciones escolares, que clasifican a les alumnes según quiénes requieren un “sistema de educación especial”, es decir, se les etiqueta o categoriza según su capacidad para obtener los resultados esperados en este sistema de representación; dado nuestro contexto socio-cultural, naturalizamos este tipo de prácticas. Baquero (1997) afirma que esto es una problemática porque se disocia el sentido original de los instrumentos de mediación, dado que modifican el entorno de forma inapropiada.

Básicamente, el mal uso de los instrumentos mediadores por parte de las instituciones escolares -mal uso que normalizamos como sociedad- para clasificar a les niñes según sus requerimientos de enseñanza, puede ser nocivo inter e intrapsicológicamente para les alumnes.

Podemos concluir que el objetivo de Baquero era aplicar la Teoría Socio-histórica a situaciones que nosotres mismes normalizamos y que podrían ser perjudiciales para el desarrollo de los Procesos Psicológicos Superiores de les individues.


Bibliografía:

Baquero, R. (1997). Vigotsky y el aprendizaje escolar.

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